¡Buenas
tardes queridos campers!
Os vamos a explicar qué
playas conocimos durante nuestra estancia por Vizcaya y las cuales os
recomendamos por encima de todas las cosas. Tal y como dijimos el lunes, son
playas apenas modificadas por el ser humano y conservan su entorno de flora
(casi) como cuando se crearon.
La primera indispensable
es Sopelana. Esta playa se caracteriza por ser, a la vez que de las más
bonitas, una de las más peligrosas de la costa norteña. Las olas rompen muy
fuerte contra la orilla y en dos de las tres veces que la hemos visitado ha
habido bandera amarilla, limitando el espacio de baño entre dos banderines que
lo señalizaban y con tres socorristas controlando la zona. Aquí descubrimos una
de las mejores escuelas de surf de Vizcaya, Surf Eskola Sopelana. Tuvimos la
ocasión de practicar durante una hora una clase de Gorka, su magnífico
profesor. Aprendimos mucho, pero nos falta mucha práctica… ¡ninguna de las dos
conseguimos levantarnos de la tabla! (algo que es normal, por lo que nos
comentaron).
Fuente: EUSKADITRIP |
Fuente: EUSKADITRIP |
Justo al lado de Sopelana encontramos la playa La Salvaje. Como su nombre indica, su característica flora que nace y permanece en esta playa sin parar hace que sea única y, cómo no, salvaje. Es también algo peligrosa cuando el mar está revuelto, pero aquí conseguimos bañarnos todas las veces que fuimos… ¡por suerte!
Fuente: EUSKADITRIP |
Alejándonos un poco de
esta zona, llegamos a Górliz y Plentzia, dos pueblos que se unen por sus
playas. Lo que más nos gustó de estos dos sitios fueron el fantástico Faro de
Górliz, los paisajes que nos guían (andando) hasta él y el ambiente que hay en
cualquier época del año en Plentzia. Comimos muy bien por allí, pero eso os lo
explicaremos mañana.
Fuente: EUSKADITRIP |
Ante estas tres reinas
del mar os preguntamos si habéis visitado alguna de ellas o si nos recomendáis
alguna otra para una futura visita al País Vasco. Nosotras nos quedamos con
Sopelana y su peligrosidad a la vez que belleza J.
Os esperamos mañana,
preparad el estómago que venimos con las pilas y el hambre bien cargados. Agur!
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